viernes, 2 de noviembre de 2012

DÉCIMA FESTIVA DE ANA ZARINA PALAFOX POR EL DÍA DE LOS MUERTOS

 Por Sócrates Araníbar Luna

Esta vez Ana Zarina Palafox, coincidiendo con el día de los muertos, le envía a Sócrates una divertida calavera en décima


La muerte intentó llevarse
Socrates Araníbar

para hacer con él almíbar
y con este postre, hartarse.
Tenía madera de arce
ya lista para la tumba,
pero él seguía en la rumba
pues Chabuca y Carlos Hayre
lo protegen desde el aire
y no dejan que sucumba.

                                       - Ana Zarina Palafox-

CALAVERA DE SÓCRATES PARA ANA ZARINA



Que se cuide cierta güera,

le ha advertido la carcancha (*)

que aunque esté pura y sin mancha

un buen día se la lleva.

Vaya haciendo la maleta,

Deje de sonear riendo

versos, décima y remiendos,

guarde guitarra y jarana

y enrumbe pa’ la montaña...

los pasos le anda siguiendo.

                                  - Sócrates Araníbar Luna -



(*)La "carcancha" es la "calaca" de ustedes.



Ana Zarina Palafox es una extraordinaria trovadora repentista en los géneros de son jarocho y huasteco, escribiendo además poesía con temas contemporáneos, pero basada en las formas métricas tradicionales (copla, seguidilla, sextina, décima, glosa, lira y soneto). En 1997 presentó su libro "Déjame cantarte un verso... o varios (trova femenina con estructuras tradicionales)".

Actualmente forma parte del proyecto Tierra: Tiempo y Contratiempo (programas para la televisión cultural) y tiene como prioridad de vida el seguir viajando, para poder contarles, en textos, fotografías, música y videos, mucho más acerca de este país al que adora.

En su llegada a Lima, protagonizó interesantes contrapuntos de décimas cantadas con el destacado decimista linceño David Alarco Hinostroza. Posteriormente, gracias a la magia de las redes sociales, inició una gran amistad con los integrantes de nuestro blog ‘Lince y Lobatón’

CALAVERAS

Una de las múltiples tradiciones mejicanas que cultiva Ana Zarina son las “calaveras”, antiguamente llamadas “panteones”, las cuales son tradiciones mexicanas en peligro de extinción.

Las calaveras son como un epitafio-epigrama lacónico, dice el zamorano Eduardo del Río “Rius”, y están escritas en forma de verso dedicado a los amigos, familiares o conocidos sólo en Día de Muertos. Una de sus características es que constituye una oportunidad para expresar lo que se piensa acerca del otro, de espacios, funciones o cosas, de un régimen del pasado y del presente. No es fácil decir lo que uno piensa de los demás, por eso las calaveras constituyen una forma de literatura valiente.

Quienes escriben panteones son personas que ven la muerte con un sentido del humor, combinado con ingenio que le imprimen a sus escritos. Gustan desarrollar su imaginación para decir lo que piensan, aceptando el reto de comunicarse en verso, octavas o décimas de todos los sabores y gustos.

Esta forma de escritura se desarrolló desde el siglo XIX. Al cobrar fuerza en el siglo pasado, las calaveras comenzaron a ser censuradas por los gobiernos en turno debido a que una gran cantidad sirvió como crítica a los funcionarios, pues en ellas se manifestaba la inconformidad que imperaba entre los gobernados. La policía llegó a confiscar o destruir muchas de éstas, por eso no es fácil encontrarlas en las hemerotecas. A pesar de la censura, en el Día de Muertos se ejerce -ahora muy poco- esta forma de escribir, con el consentimiento de las autoridades.


He aquí unos ejemplos


A Diego Rivera:
Este pintor eminente
 cultivador del feísmo
 se murió instantáneamente
 cuando se pintó a sí mismo.


A Guty Cárdenas:
 Este joven trovador
 se nos volvió vanidoso
 y de purito hablador
 yace olvidado en el foso.
...................................................

DECIMA CALAVERA DE DAVID ALARCO HINOSTROZA PARA ANA ZARINA PALAFOX



Por rumbera, bailarina,
guapanguera y trovadora,
la calaca encantadora
hechizó a Ana Zarina.
Su mirada femenina
también hechiza a un varón,
que es de Lince y Lobatón,
endulzándolo en almíbar
a Sócrates AranÍbar
para llevarlo al panteón.

                            -David Alarco Hinostroza -











sábado, 27 de octubre de 2012

PICHO EL PESCADOR


Por Sócrates Araníbar Luna

“Son las doce y el pescado sin vender”
(Antiguo refrán asturiano)

UNO
Las paraditas de Lima tienen su encanto.  Pese a los enemigos que nunca faltan quejándose de todo, allí se consigue de todo  lo que hay en un mercado formal, pero a precios más bajos. Los pleitos son cosa de todos los días entre los vendedores de la paradita (que venden más barato, ya que no pagan impuestos) y los comerciantes formales (cuyos precios son más elevados). 

Pero además los ambulantes tienen otros pleitos, ya sea con policías municipales como con la policía nacional. Los pleitos también se suscitan con los vecinos, porque la invasión de los vendedores llega a las veredas. También se forman bochinches con los choferes que pasan por ahí, puesto que la pista poco a poco se va angostando debido a la invasión paulatina de carretillas que les obstaculizan el paso

Y en ese pequeño trozo de cielo llamado Lince, en la esquina de Francisco Lazo con Manuel Segura, al filito de Santa Beatriz, a un par de cuadras del Cine Libertad, hace muuuchos años surgió de la noche a la mañana una paradita modesta, de unos cinco o seis carretilleros. Rápidamente creció como una malagua.  

Los ambulantes llegaron a ocupar media cuadra de la 15 de Lazo, media cuadra de Manuel Castañeda; y media cuadra de Manuel Segura. Y la marea siguió avanzando por ahí hasta llegar a las puertas del Castillo Rospigliosi y sus adyacentes. Nadie la detenía. Cuando venían a joder los policías municipales de Lince, los ambulantes se saltaban las pistas para meterse a Santa Beatriz. Y viceversa y versavice.

No faltaban las quejas por algunas hojas de periódico, envolturas o pancas de choclo que quedaban desperdigadas en las calles. No obstante, jamás un vecino encontraba allí las tripas, piltrafas, escamas y otros pertrechos de pescado que eran cosa de todos los días en  otras paraditas de Lima. La ausencia de agallas y sus efluvios se debía al cuidado que ponían los vendedores de pescado de esa paradita: el dúo dinámico: Miguel ’Cabeza de Gato’ Velasquez, ex futbolista del Alianza Lima y el ‘Borra’ de Lince; y… el personaje de esta historia, Picho Sifuentes.

LOS COMPADRES DE CUBA EN LINCE.

Eran dos tipos pintorescos. Poseían una habilidad pasmosa para cortar, escamar, filetear y envolver los pescados sin mirar lo que hacían mientras contaban chistes colorados y chismes del barrio, cantaban boleros de Bienvenido Granda, enamoraban a las empleadas domèsticas y obsequiaban la merca que no podían vender.  Los vecinos recuerdan que durante su estadía en Lima, alojándose en el Hotel Majestic de la avenida Arequipa, los hermanos Reynaldo y Lorenzo Hierrezuelo, el dúo Los Compadres de Cuba (en otra crónica narraremos una anécdota de este extraordinario dúo en su paso por Lince), se detenían a observar el trajín de los carniceros, verduleros y fruteros, pero observaban admirados el modo en que Picho y Cabeza de Gato,  manipulaban  sus productos marinos. 

Y al finalizar sus sacrificadas labores, luego de limpiar meticulosamente sus puestos de venta, se sumergían en la trastienda de ‘Chin Chin’ a emborracharse jugando ‘Callao cinco rayas’ sobre la mesa marcada con nombres, apodos y corazones atravesados con flechas, mientras escuchaban música de la Sonora Matancera en sus radios a transistores. A  las once de la noche salían abrazados completamente ebrios cantando boleros de Daniel Santos y sones orientales del dúo mencionado líneas arriba, Los Compadres de Cuba. A veces se agarraban a golpes, pero al día siguiente, se conversaban como si no se hubieran visto el día anterior.

Ambos gozaban del afecto de la gente. Y esto se debía a su trato atento y servicial, a su desprendimiento para obsequiar pescado a los vecinos más necesitados. Muy a menudo, particularmente los sábados y domingos, se ofrecían a preparar cebiche y chilcano en casa de las tías del barrio. Pero los años pasan y las farras pasan su factura…

DOS

Un sábado pasando el medio día, Picho no se juntó a chupar con los gargantas, camarones y venticuatrinos porque estaba afiebrado y afónico. Esto sorprendió a sus compañeros de chingana, a los niños a quienes obsequiaba caramelos y a los vecinos que solían escuchar sus boleros antiguos a las once de la noche, luego de que Rosita los sacaba a empellones de la tienda de Chin Chin… Se sabía que Picho vivía en Surquillo pero nadie tenía su dirección. El lunes avisaron que lo enterraban a las 4, no era ninguna gripe, era algo más siniestro… se lo había llevado la difteria.

Los vecinos de Lince, al dìa siguiente, cuando no lo vieron aparecer canturreando sus boleros antiguos, recordaron el antiguo dicho español

“Son las doce y el pescado sin vender…”

El martes las cojinovas se pusieron luto, los bonitos amanecieron alegres porque no había quién los descuartice y los choros empezaron a castañuelear, las escamas se juntaron todas para formar un rosario, los cangrejos firmaron la paz con los calamares, las agallas acallaron a los borrachos venticuatrinos  con un ‘¡so, carajo!’… las moscas bailaron un bolero en su tabla de picar … y las aletas palmearon sus sones cubanos más preferidos. Nadie comió seviche por 3 días… y dicen los guaraperos que durante siete noches la niebla de Lince trajo un extraño y penetrante olor a pescado frito… y en el cielo brillaba la luz de un cuchillo sobre la iglesia de Santa Beatriz… y los niños lloraron por sus caramelos perdidos... y por la 15 de Francisco Lazo, luego de las campanadas de la medianoche, los ejes de su carretilla rechinaban y asustaban a todo el barrio ("…si a mi me gusta que suenen pa’ que los quiero engrasaos…").

TRES.

Inolvidable Picho Sifuentes, nunca supe su nombre de pila… cuando estaba entre copas, con el cabello despeinado, con los rulos tapándole la frente y un puchito entre los dedos amarillentos, se ponía a cantar

"zapato goto, zapato goto,
con esa pinta adonde vas..."!

¡Ah, me olvidaba!, su compadre "Cabeza de Gato" murió a los 3 días y mientras subía al cielo (lo más probable) lloraba porque su compadre "Picho" no había asistido a su funeral… jamás se enteró que este le había ganado la carrera a esa meta donde tarde o temprano llegamos todos, donde ya no es necesario vender pescado para ganarse la vida, porque allá arriba su padrino San Pedro Pescador ha declarado asueto infinito... porque la vida ‘ya fue’… porque..., como cantaba Daniel Santos,

Porque al fin de la partida
Gana el albur de la muerte…

martes, 7 de agosto de 2012

PERICO LEON: UN LINCEÑO QUE HIZO HISTORIA EN EL FUTBOL PERUANO.

Escribe: Manuel Araníbar Luna.

En la década de los 60’s, el titularato en el puesto de centro delantero en las selecciones nacionales y en el Alianza Lima estaba reservado sólo para un jugador: Perico León. Bautizado como Pedro Pablo León García, debe su nombre de pila a que nació el Día del Pescador, el 29 de junio del 43, fecha que reza en el santoral como San Pedro y San Pablo, en el linceñísimo barrio de Garcilaso de la Vega.


















En el Bosque Matamula...
Pertenece a una familia de excelentes jugadores que marcaron época desde las décadas de los cincuentas y sesentas en todo campeonato barrial que se realizara tanto en la famosa cancha de la legendaria Gran Unidad Escolar Melitón Carvajal como en la del Bosque Matamula. Sus hermanos, Teófilo y Daniel, delanteros malabaristas y quimbosos, también de las filas del legendario Garcilaso,  fueron igualmente protagonistas imprescindibles en las batallas futboleras de la Liga de Lima. Asimismo, Daniel fue un extraordinario bailarín que integrara el dúo Los Paladines con la recordada Lucila Campos.

A la temprana edad de 17 años debutó en primera en Alianza Lima. Era un centro delantero completo. Gran cabeceador que anotaba goles por colocación más que por fuerza, debido a que no cerraba los ojos para cabecear, detalle que ignoran muchos jugadores de hoy en día. Dribleador nato y ambidiestro, sabía llevar pelota desde el medio campo. Jugaba en pared y definía con ambos pies en todas las modalidades: de volea, de chalaca y de tiro libre. 

Fue el primer pivoteador moderno del fútbol peruano, porque no sólo se limitaba a pelear las bolas que llegaban hacia él, sino que las repartía a quien llegara al área. Siempre recibía la pelota de medio lado para no regalarse al ponerse de espaldas a sus marcadores – un clásico defecto de los delanteros de hoy en día -, y con este movimiento sabía ya por dónde iba a salir con ella y mirar a quién entregársela. 

“Ni siquiera te vi, hermanito”
Si hay una palabra para definir su estilo de juego esta es la picardía. Jamás se lesionó de consideración puesto que adivinaba las intenciones de los cancerberos rivales. Desde antes del primer choque ya le estaba metiendo floro a su marcadores de turno, dándoles su chiquita a los backs contrarios cuando se ponían malosos. Inmediatamente aparecía su viveza. Quienes lo marcaron lo recuerdan con admiración. José Fernández, La Vieja,  lo cuenta con gracia:“Ni bien íba al salto te soltaba un puñete en el vientre bajo, y de inmediato, para bajarte las revoluciones, te ponía el parche: ‘disculpa, hermanito, fue de cazuela’.

Julio Meléndez recuerda otra: “Me dio un tremendo codazo en el ojo que me dejó ciego por quince minutos, cuando fui a cobrarme la venganza me respondió con la humildad de un huerfanito: ‘¡Alguien me ha empujado, ni siquiera te vi, hermano!’.

Y así durante todo el partido repartía caricias a punta de mañas y salía siempre con una ocurrencia. A cada guadañazo que veía llegar a sus canillas levantaba el filo del chimpún un par de centímetros y el ataque se convertía en hematoma para el agresor.

Estafado por la dirigencia...

A pesar de que se le consideró siempre un referente del Alianza Lima, muy pocos saben que toda la vida el club de sus amores fue el Deportivo Municipal.  Su doloroso alejamiento del equipo victoriano se debió a las incumplidas promesas de las dirigencias aliancistas de aquellos tiempos. “Me pagaban una miseria de mensualidad. Me prometieron casa, carro y hasta negocio propio”, nos dice sin perder la sonrisa, “y hasta ahora los estoy esperando bien sentado en el sofá”.



Coco Basile y el teatro...

La expulsión de Basile (foto: Fotosfutbolperuano.com).
Su gol a la selección argentina para las eliminatorias de México 70 en el Estadio Nacional fue de artista. Chumpi cortó un ataque, salió corriendo con fuerza por la izquierda y le lanzó la pelota en un pase de cincuenta metros. Perico la recibió de medio lado al filo del área, matándola con el pecho y antes de que diera bote se la sombreó a Cejas, concretándose el 1 a 0 definitivo.  A la siguiente jugada Coco Basile, picón por el gol y por la serie de codazos a la cara recibidos por parte de Perico, le fue a dar un guadañazo a la mala. El centro delantero del barrio de Garcilaso saltó y rodó como un ovillo de lana. El árbitro brasileño expulsó al argentino y Perico se levantó sonriente y satisfecho de su actuación teatral: Basile no le había hecho ni un rasguño.

El salto mortal...

Las vueltas que da la vida. Ahora que son cosa cotidiana los malabares, bailes y pasitos de los jugadores después de la anotación de un tanto, nadie recuerda que Perico León fue el primero en celebrar sus goles de manera original. Antes del mundial de México, en un partido amistoso dio un espectacular salto mortal luego de anotar un gol a la selección mejicana en su propia cancha. Años después, Hugo Sánchez, el goleador mexicano del Real Madrid, imitaría esta celebración y los ingenuos periodistas deportivos internacionales la consideraron como creación original del delantero charro.

El short descosido...

El gol a Cejas (foto: Arkiv Perú)
 Mil y una anécdotas se cuentan de su larga trayectoria deportiva, siendo la más famosa la del short que se le descosió en  la Bombonera en el partido decisivo con Argentina. Ante la histérica desesperación de los jugadores argentinos y las pifias de la tribuna, los jugadores peruanos se demoraron una eternidad haciéndole rueda mientras se cambiaba el pantaloncillo roto. El short, por supuesto, estaba ya semidescosido desde  el camarín y toda esta demora enfrió al equipo argentino que había salido a la cancha a arrasar  con todo.

Aún hay más, las escapadas de la concentración, la molestia de Didí, las broncas con Challe y mil y un aventuras en Lince, su distrito añorado . Pero todas estas anécdotas las iremos narrando semana a semana.

lunes, 30 de julio de 2012

¡LOS SAICOS, CREADORES DEL PUNK, SON DE LINCE!!!


Y no lo decimos nosotros, lo dice la BBC:

Ni Sex Pistols ni Ramones; el punk empezó en Perú y en español

Lo dice el recientemente publicado Diccionario de punk y hardcore (España y Latinoamérica): La variante punk del rock no se inició en los años 1970 en Londres ni en Nueva York, sino en Perú, específicamente en el distrito limeño de Lince.

Y se cantaba en español. Sus precursores eran cuatro chicos de 19 años que se hacían llamar Saicos. No Los Saicos, porque eso sonaba a grupo de la "nueva ola".

El nombre original del grupo era Sádicos, pero por autocensura le quitaron la d, con lo que además sonaba como el inglés Psycho, es decir psicótico. Al menos esa es una de las versiones que circulan.

Rebeldes sin causa

Pese a que su tema más popular, Demolición, parecería una manifestación de rebeldía juvenil también anticipada a su época (las grandes protestas estudiantiles en varios países fueron en 1968), no pretendía enviar ningún mensaje.

Del barrio linceño de General Miller, César 'Papi' Castrillón era el bajista de los Saicos. Hoy vive en Stafford, Virginia, a 60 millas de Washington DC. "Realmente éramos muy locos en esa época y las cosas las tomábamos muy en broma", dijo en entrevista con BBC Mundo.

"El punk es una onda medio rara y nosotros lo que hacíamos era rock and roll. Si ahora dicen que éramos punk, lo asumimos. Es algo extraño, pero bienvenido"

"Las canciones las hicimos con ese propósito, porque si escuchas Demolición, El entierro de los gatos o Cementerio, te das cuenta que nada es en serio. Queríamos expresarnos en español en la manera en que nosotros los peruanos sentíamos. Además había mucha paz en esa época", recuerda.

Papi integraba el grupo con el guitarrista Rolando Carpio, ya fallecido, el vocalista Erwin Flores y el baterista Francisco 'Pancho' Guevara. Los Saicos no eran los únicos, pero probablemente eran los más originales de su generación.

"Era cool que te vieran cantando en inglés. Todo el mundo cometió el error de comenzar a hacer covers (versiones de otras músicas), pero nosotros no nos dimos cuenta que no estábamos cometiendo ese error porque esa no era nuestra intención, simplemente queríamos mostrar lo que nosotros éramos y la única manera era diciendo las cosas cómicas que decimos en nuestras canciones".

Regresando a Lince
¿Son o no son punks?

"Demolición" fue la canción más famosa de Saicos, distinguida por la voz de Erwin Flores.

Pancho Guevara, el único de los Saicos que vive en Lima, está sorprendido con el resurgimiento del interés por su viejo grupo al llamarlos 'precursores del punk'.

"El punk es una onda medio rara y nosotros lo que hacíamos era rock and roll", afirmó Guevara en entrevista con BBC Mundo. "Si ahora dicen que éramos punk, lo asumimos. Es algo extraño, pero bienvenido. Pero cuando escucho a los Sex Pistols y otras bandas, ni les encuentro parecido con nuestra música".

Castrillón coincide: "Lo curioso es que nunca escuché a ningún punk y en los años 80, cuando fue a vivir a Estados Unidos, me dediqué exclusivamente a la familia. No me interesó el rock en especial, me interesa toda la música. Me gusta, por ejemplo, Andrea Bocelli, Caruso, Mario Lanza. El punk, si había canciones buenas las escuchaba y si no me gustaban no, pero no me asociaba con ellos".
En lo que sí se identifica Castrillón con los punks es que cuando empezaron a tocar no tenían mayor conocimiento de sus instrumentos, simplemente deseaban expresarse.

http://www.youtube.com/watch?v=haVaaDLwWvI

"Hay muchas bandas de punk que no tienen la menor idea de la música que están haciendo, pero disfrutan haciéndola. No había una técnica musical, simplemente teníamos esa alma de músicos".



¿Será que canciones como Demolición son subliminalmente subversivas, en vista de que no tenían intereses políticos? "Sí, por supuesto", responde Guevara.

"Todos tenemos algo que nos jode, que nos revienta y que nos da ganas de destrozar, de demoler. ¿No te ha pasado con alguna chica alguna vez? Es natural, imagínate, a los 18 años uno está con todos los caballos encima y desbocado además. Y si tienes la oportunidad de hacer rock and roll..."

Ante la insistencia en el tema punk, a Castrillón no le queda más remedio que admitir que, -al igual que los Sex Pistols en su tiempo, sí se considera punk porque nunca sintió el amor "como los Beatles lo expresan".

"Me gustan pero no me identifico, prefiero una música más agresiva y una letra que también exprese el amor, pero de otra manera. El punk no es solamente hablar de cosas feas o en contra del amor, sino que está incluido de una manera más íntima, no tanto respeto en ese sentido, con el sexo".

El exbajista asegura que en Perú hay músicos mejores que ellos, pero quiere que el renovado interés en los Saicos sirva para apoyar a esos nuevos artistas.

"No es justo que un artista peruano esté ganando 200 soles (US$74), cuando Paul McCartney vende 45.000 entradas a US$800 cada una. Es demasiada la diferencia".

Renacimiento en España

Los Saicos tuvieron su edad de oro entre 1965 y 1966, incluso tenían un programa de televisión. Pero sólo lanzaron seis sencillos y nunca llegaron a grabar un álbum.

"Siempre tuvimos la intención de grabar el álbum", dijo Guevara. "Pero las canciones al ser propias requerían mucho tiempo de elaborar y hacer los arreglos. Nos tomó un año hacer esas canciones y después no teníamos tiempo con todos los compromisos y presentaciones".

Y con el tiempo, el grupo se acabó, con sus integrantes saturados de verse todos los días durante tres años. El vocalista incluso llegó a estudiar física en Washington y trabajó para la NASA.

Quién diría que en el Siglo XXI resurgiría el interés por este grupo efímero y relativamente oscuro de un país sudamericano que no es conocido por su producción de música rock.

"Yo sí me considero punk, porque nunca sentí la música de los Beatles de esa forma, yo no sentí el amor como los Beatles lo expresan. Me gustan pero no me identifico, prefiero una música más agresiva y una letra que también exprese el amor pero de otra manera"

"Fue un honor que después de 45 años nos reediten", afirma Guevara. "Pero la cosa comenzó cuando en España sacaron el LP en 1998 y ahí comenzó la onda de nuevo en Europa y nos trataban de ubicar hasta que lo consiguieron en 2006 y nos pidieron que hiciéramos un show".

Después de eso llegó el reconocimiento como precursores del punk y un documental que agotó las entradas en su estreno en Lima, Saicomanía, de Héctor Chávez.

Y todo porque otro peruano se fue a vivir a España en 1995 y se llevó un casete con la música de los Saicos, que hizo tocar durante una entrevista con la radio nacional de España.

¿Seguirán tocando los Saicos, esta especie de 'abuelitos del punk'?
"Los chicos de 20, 30 años conocen ahora nuestras canciones", señala Castrillón. "Hemos estado en España y la gente canta las canciones como si fueran propias. En México y Argentina pasó lo mismo, nos piden que toquemos en Inglaterra, en Estados Unidos, pero ya tenemos 66 años y nos puede dar artritis o un soplo al corazón".


viernes, 18 de mayo de 2012

Se nos fue Tioja


Por: Manuel Araníbar Luna.


Nos llegó la noticia y los recuerdos se alborotan en nuestra mente. Hoy, viernes 18 de mayo se nos ha ido Santiago Macías Puente, el popular “Tioja”, marcador de punta del Sport Lince, personaje muy querido en todo el barrio,  con un baúl  lleno de anécdotas que poco a poco iremos publicando.

Era un extraordinario marcador de punta, con todo el estilo del popular matador Nicolás Fuentes. Era un back que la quitaba finito sin utilizar otra artimaña que no fuera la marca leal. El juego malintencionado no estaba en su modo de marcar a delanteros contrarios; la anticipación al salto y al quite. Muchos opinan (y este cronista se incluye entre ellos) que su calidad era suficiente para jugar en primera profesional.  Pero él jamás tuvo esa intención. 

Hasta ahora recordamos los duelos futbolísticos que tuviera con el hermano de Perico, Teófilo León, extraordinario delantero del Garcilazo que no tenía nada que envidiar en habilidad a su famoso hermano.

Cuando Santiago se enfrentaba en la cancha del Melitón Carbajal a un delantero tan hábil como Teófilo, más conocido como “Trónchala”, el espectador se maravillaba tanto del dribling fantasioso de “Trónchala” como con la velocidad, ubicación y el quite limpio de Santiago.

Los que lo quisimos, cumplimos con este penoso deber de informar a la familia linceña.

Descansa en paz, Tioja. Lince te va a extrañar.

NOTA 1: A los hermanos linceños que tengan alguna foto donde aparezca Santiago Macías, les agradeceremos de todo corazón que nos la remitan por e-mail para publicarla con un homenaje a nuestro inolvidable amigo.


NOTA 2. Agradecemos a Emilio Ruiz Jr., nuestro querido vecino linceño, por la fotografía que nos ha remitido. Y ya que tenemos esta invaluable foto en este blog, en una próxima entrega haremos una crónica del Sport Lince. Por lo cual, pedimos la colaboración de los hinchas de este legendario club con fotos, anécdotas, etc. Su aporte engrandecerá este blog.

jueves, 10 de mayo de 2012

UNA ANÉCDOTA DE GALLARETA Y VALERIANO


Por: MANUEL ARANÍBAR LUNA

Aquella tarde jugaba el Mariscal Sucre contra el Boys. Valeriano López, centro delantero del Sport Boys, casi un adolescente, era la sensación del campeonato. Sus goles de cabeza, aprovechando los centros de su compadre Willy Barbadillo desde la derecha y el Loco Drago desde la izquierda, lo estaban convirtiendo rápidamente en figura popular. Pero los marcadores de sus equipos rivales aún no lo habían agasajado. La tarde del primer partido que iba a jugar Valeriano López contra el Mariscal Sucre, minutos previos al partido el entrenador del Boys lo llamó a un lado.

-         -  Escucha muchacho – le dijo el entrenador - , hoy es tu prueba de fuego. Hoy te vas a enfrentar a dos carniceros. Juega tranquilo y no les demuestres miedo, porque va a ser peor.

Ya en la cancha y al verlo nervioso, Gallareta, un recio y brusco jugador de la cuadra 15 de Francisco Lazo y el vistoriano Macho Gómez se pusieron de acuerdo para trabajarlo de labia. Al primer centro que iba a enviar Barbadillo de tiro libre, el popular Tanque de Casma se estaba preparando desde fuera del area para entrar corriendo a meterla de cabeza. Antes de que el árbitro suene el silbato se le acercó “Macho” y empezó su sermón.

-          - Oye zambo, ni te acerques por acá ni donde mi compadre Gallareta porque te vamos a partir la pierna. Así que tranquilo nomás.

Valeriano volteó a ver a Gallareta que lo miraba con cara de pocos amigos. El recio marcador linceño se pasó las uñas a través del cuello, gesto característico que indicaba que lo iba a decapitar.
Valeriano se asustó y no entró al área durante el primer tiempo.

Pero en el entretiempo el entrenador lo regañó por haber arrugado ante esa pareja de macheteros y le amenazó que si no ponía ganas lo iba a despedir del club. Y el Tanque se armó de valor estuvo entrando y ganando todas las pelotas, pese a que durante todo el partido le llovieron patadas y codazos  por todo lado,  hasta que el cero a cero lo rompió a los 44 del segundo tiempo de soberbio cabezazo. El Boys le ganó al Sucre con ese gol.

Al terminar el partido, le fueron a avisar al Tanque que Gallareta y Macho lo estaban buscando. Valeriano se quiso esconder.

-          No temas, zambo – le dijo Gallareta – te hemos venido a buscar para felicitarte por tu valentía. Sigue así y llegarás lejos.

Valeriano suspiró aliviado. Poco tiempo después Valeriano emigró al fútbol colombiano, obteniendo el éxito que le pronosticara Gallareta.

viernes, 20 de abril de 2012

César y José “Gallareta” Luna, dos hermanos futbolistas de Lince


 Por Manuel Araníbar Luna


GALLARETA, penúltimo de la izquierda,el arquero se apoya sobre sus hombros.
FOTO CORTESÍA DECHALACA
Lince, pequeño rincón de leyendas, se vanagloria de aportar con múltiples glorias del deporte a la galería de personajes célebres del país. Los hermanos  José ‘Gallareta’ y César ‘Pirimpi’ Luna Herrera, criados en la quince de Francisco Lazo,  son figuras de la pelota de cuero que marcaron época en la década de  los treinta, cuarenta e inicios de los cincuenta.

César ‘Pirimpi’ Luna



César, ‘Pirimpi’ (heredó este apodo de su padre),  jugó en la década de los cuarenta hasta inicios de los  cincuenta en el Centro Iqueño y Universitario, siendo campeón con el equipo crema en el año 48; compartía camarín con el ‘Mariscal’ Da Silva, Garagate, Walter Ormeño, Lolo y Lolín.

Era un marcador de muy buena ubicación que salía con la pelota jugada, siendo su estilo de un fino corte técnico.  A pesar de su pequeña estatura, sabía ganar pelotas por alto gracias a su habilidad para el salto de doble impulso, que años después hiciera tan famoso al gran Héctor Chumpitaz. También supo proyectarse al ataque, como es cosa común de los marcadores carrileros de hoy en día, pero que en aquellos tiempos era una rareza. No obstante,  su corte técnico sólo existía en su manera de marcar y salir con la pelota jugada. No obstante,  cuando se suscitaba alguna bronca, afloraba su segundo apodo: “Fosforito”, porque era picón, bronquero y sin pizca de  paciencia para soportar chistes o bromas pesadas.

José ‘Gallareta’ Luna


GALLARETA: Foto encontrada en un stand de libros de Jr Amazonas 
De José, ‘Gallareta’, dicen sus amigos que recibió ese apodo por su nariz ganchuda. Otros aseguran que la chapa venía por sus piernas largas y torcidas. La pomada es que cierto domingo, siendo aún   adolescente, lepusieron ese apodo a raíz de su primera aparición por un hecho fortuito en el equipo del Sucre a raíz de que el entrenado le dijera. "Me juego un riesgo en ponerte en el equipo a ti, salga pato o gallareta". esa noche, emocionado le constó la frase a sus amigos del barrio. tantas veces contó la anécdota que una tarde, cuando jugaba por un equipo de barrio en un campeonato relámpago en la cancha de Matamula, le gritaron esta chapa desde afuera. Se molestó y correteó al ofensor para pegarle (menos más que el chistoso logró escapar, lo que le valió para contar la anécdota), y la chapa quedó para siempre pegada a su apellido.

Gallareta era un recio back de 1.90m de estatura que hizo casi toda su carrera en el desaparecido equipo victoriano Mariscal Sucre, rival del Alianza, con el que protagonizaban el famoso ‘Clásico de la Victoria’. El año 39, el mismo año de su debut, integró el equipo del Mariscal Sucre que le ganó al Alianza Lima por 3 a 0, haciéndole perder la categoría, y mandándolo a pasar vergüenza  al Potao, a jugar el campeonato de segunda. Por su rendimiento, su seguridad y el respeto que imponía en la zaga, Gallareta se ganó con toda justicia el derecho a ser convocado a la selección peruana para el Sudamericano del 41 en Montevideo. Ya a las finales de su carrera deportiva, Gallareta jugó por varios equipos, entre ellos el Deportivo Municipal, Sport Boys, y Universitario.

Eran las épocas en que se jugaba con el sistema 2 – 3 – 5,  de dos marcadores , tres halves (como se les llamaba a los volantes) y cinco delanteros. Gallareta, un marcador digno integrante de la dinastía de los cirujanos rompepiernas, tenía un hacha en el chimpún derecho y una picota en el derecho; hacía pareja en la zaga  con el recordado Máximo ‘Macho’ Gómez. Y esta muralla de cancerberos  no dejaba pasar ni al jugador ni a la bola, y ni siquiera al cardenal de Lima para celebrar una misa por las víctimas de sus machetazos. Formaban una dupla que a punta de guadañazos rompía canillas, dislocaba rodillas, deshilachaba medias y afeitaba muslos de los delanteros rivales, sin contar sus mortíferos codazos rompecostillas, atarantes psicológicos, y escupitajos a los adversarios, quienes tenían que pensarlo bien antes de aventurarse a pasar por su sector.

Al lado de ellos, esos macheteritos pichiruches de hoy en día son unas monjitas de la congregación de la Madre Teresa de Calcuta. Innumerables anécdotas se cuentan de su paso por las canchas. Aquí mencionamos una de ellas, relatada a este cronista por el recordado Germán Colunga.

Labruna fue por lana…


A mediados de los cuarenta llegó al Perú la famosa ‘Máquina’ del River Plate, para una serie de partidos amistosos, con una habilidosa y goleadora delantera integrada por Labruna, Lousteau, Pedernera y Moreno. Ya en la cancha, lo primero que intentó Ángel Labruna fue tratar de trabajarlo de boquilla.

- - Che, peruanito – fanfarroneó el puntero derecho argentino -, ¿cuánto  gole querés que apunte a tu cuenta? Mirá que por una docena te hacemo un descuento, te hacemo.
<- Y, tú, sonaja – respondió Gallareta –, cuántos puntos  de sutura quieres que te pongan en el muslo, porque te voy a romper la pierna gratis.

El argentino, acostumbrado a esos juegos de labia, sonrió dándoselas de canchero. Al rato, hizo un firulete, se la pasó por la derecha y corrió por la izquierda. Gallareta, más fornido, lo frenó con el hombro, haciéndolo rebotar y dar al suelo patas arriba. Desde abajo, el argentino lo quiso trabajar a la sustancia.

- - ¡Che, fantoche, estás condenado a muerte!

A la siguiente intentó hacer la misma, levantándole de paso el chimpún a la canilla pero Gallareta le subió su filuda guadaña un poco más arriba, a la rodilla. El puntero che lo miró con rabia. Poco después hizo un tercer intento y Gallareta le puso el hacha  al ombligo.

- !Oye fanfarrón y la c… de tu m… – lo desafió Gallareta -, ¿quieres que te lleven a la clínica o te opero yo mismo ahorita?

El argentino entendió la lección,  se sobó la barriga, refunfuñó algo en voz baja (nada santo, adivinamos),  cambió de punta y ya no se atrevió ni a mirarlo por miedo al machete.

MORALEJA. Fue por lana y salió trasquilado.

(YA VIENEN MÁS ANÉCDOTAS DE LOS HERMANOS LUNA)
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