miércoles, 28 de agosto de 2013

RULLI RENDO, ADOPTADO POR LINCE DE UN SOLO TOQUE.

Por Sócrates Araníbar Luna
JULIO EDGARDO BARRERA LARRIEGA... ¿les suena?, claro que no, pero si decimos RULLI RENDO lo va a reconocer toda América y parte de Europa.
Este gran artista, desde el 2005 hasta la fecha reside en la calle Julio C. Tello, emblemática avenida que fue hogar de los criollazos Hermanos Govea y Filomeno Ormeño. Hoy Rulli es uno de los más famosos hijos adoptivos de Lince y Lobatón, gracias a la fama de sus toques.

Tito Puente y Rolando Laserie
Se inició en la vida artística a los 16 años grabando música criolla, para luego pasar a la nueva ola. No obstante, sus inquietudes iban más allá, pues no había límites para su inquietud creadora, convirtiéndose en el músico popular peruano más exitoso de toda la historia. En el 69 compuso la cumbia " Si tú te vas " que fue grabada por Tito Puente y Rolando Laserie entre otros.
 A partir del año 1973 dejó definitivamente el canto para dedicarse exclusivamente a la composición y orquestación. Empezó a sonar fuerte en las emisoras radiales.

  ¡Asu, cuántos estudios!
Hizo sus estudios primarios en la Escuela América (hoy Colegio América) del distrito de La Victoria, y los estudios secundarios en el Colegio San Andrés de Lima. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música. Luego, en la UNI Ingeniería de Petróleo. No contento con ello, siguió Letras y Periodismo en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Delis (1965.)

En Viña del Mar
El 14 de abril de 1964, Raúl del Mar, director artístico del sello "El Virrey" lo bautizó artísticamente con el nombre de Rulli Rendo, cuando tenía 17 años y era cantante de rock. Empezó su carrera profesional grabando un disco con los temas Me recordarás (del chileno Fernando Allende) y Corazón (del norteamericano Mann con letra en español del mexicano Manolo Muñoz)
Ganó el Festival de Ancón de 1970 con el tema "Vamos de la mano hacia el Cielo"  y "Ay corazón, corazón" y "Un pañuelo y una flor". A propósito, ¿quién no ha tarareado alguna vez esta balada?
Ha participado como cantante, autor, compositor, arreglista y director orquestal, prácticamente en todos los Festivales de Canciones del país. Fue el primer peruano que logró clasificar en el Festival de Viña del Mar, 1975 (Dónde Estás Querida Mía) y 1976 (Juan Salvador Gaviota).

La onda de los toques
Lanza sus primeros LP tropicales llamados siempre "Toques" en referencia a que durante los toques de queda en el Perú se realizaban bailes de "toque a toque" (por la noche) por ello se quedó ese nombre a la mayoría de su obras. Los toques vendieron la exorbitante cantidad de doce millones de copias en Perú , México, España, Alemania y Holanda. Y Rulli -a diferencia de otros artistas que se pasean por la TV para hacerse propaganda-no es de jactarse ni hacerse autobombo. ¿Qué otro artista peruano siquiera ha vendido la décima parte de esa cantidad? Sin desmerecer a los grandes artistas peruanos, nadie.
Vivió en México desde 1980 hasta 1995 e impuso muchos éxitos con su grupo musical RULLI RENDO, ORQUESTA Y COROS.

lunes, 19 de agosto de 2013

LA HUACA LIMATAMBO EN LINCE, ¡QUIÉN PODRÍA IMAGINARLO!

Por Manuel Araníbar Luna

“Para que lo sepas, jovencito…”

Don David Zevallos, un longevo vecino de Francisco Lazo (falleció a los 103 años) y uno de los primeros pobladores de Lince, nos relató cierta vez que en su juventud se aventuraba a huaquear en compañía de sus amigos.

-          - Mira – me dijo –, estos huacos y otros más que se fueron rompiendo con los años los obtuve huaqueando de amanecida. Los pocos habitantes que vivíamos aquí nos zampábamos a las chacras y establos de lo que hoy es Santa Catalina. En esos tiempos a nadie le llamaba la atención ver a los muchachos huaquear en las ruinas preincaicas.

-          - ¿Pero a qué huaca iban ustedes?

-          - Para que lo sepas, jovencito, aquí cerca quedaba la Huaca Limatambo. Los huacos se los vendíamos a los gringos en el centro de Lima. Pagaban buen precio por ellos.

-         -  ¿A cuánto, más o menos?

-          - Un sol.

-          - ¿Un sol?

-       - Es que ustedes no tienen idea de lo que significaba un sol en esos tiempos. Uf, para nosotros era un montón de plata. Para que te des una idea, el kilo de carne costaba cincuenta centavos. Al otro lado de la vía estaban las chacras de la hacienda Limatambo en lo que hoy es Balconcillo y Santa Catalina. De ahí sacábamos choclos y camotes, además comprábamos huevos y leche en los establos. Y para que lo sepas, jovencito, en ese tiempo no se le llamaba Lince,  estos sitios se llamaban “Hacienda Risso” y “Hacienda Lobatón”, dependiendo del lugar donde uno se encontrara. El nombre “Lince y Lobatón” se les puso mucho después, o sea casi ahorita…

La Huaca enana…

Y hace unos diez años, escarbando en la web, encontramos el nombre: “Huaca Limatambo”. Y luego de segundos que nos parecieron semanas, del maravilloso click lanzó a la pantalla la foto que estamos presentando.

Era la desaparecida Huaca. Y estaba ubicada en lo que hoy es… ¿quién lo adivina? Creo que nadie: ¡el colegio Melitón Carbajal! Un poco más allá de la curvita donde pasa la Prolongación Iquitos, a la espalda del  legendario colegio de nuestra niñez, se hallaba un pequeño promontorio, una huaquita a la cual los linceños viejos le llamaban así: La Huaca Enana, la menor de un conjunto de tres huacas y la única que se conservó hasta finales de los cincuenta. Estas fueron dibujadas por el viajero George Squier a su paso por Lima. Como dato anecdótico, no olvidemos que había otra huaca enana que en el parque Matamula, frente al antiguo colegio fiscal de la calle Cápac Yupanqui. La huaquita desapareció con la construcción del Parque de los Próceres de la Independencia.

Pero el Melitón no se construyó todo completamente al ras.  Prueba de ello es el desnivel de casi cinco metros entre las avenidas Yerovi e Iquitos. Ese tipo de desnivel lo encontramos también en la Catedral de Lima, puesto que esta se construyó sobre una inmensa huaca.

Como se puede apreciar en la figura, la línea que va desde la esquina superior izquierda de la foto hasta casi la mitad del lado derecho, es la línea del tren que iba a Chorrillos. Todo lo de arriba son las chacras de lo que hoy es Santa Catalina a la derecha y Balconcillo a la izquierda.

Y con esto no queda nada más que repetir lo que nos dijera don David: aquí está la foto, “para que lo sepan los jovencitos linceños…”



domingo, 4 de agosto de 2013

DAVID ALARCO HINOSTROSA: UNA DECIMA A SU BARRUNTO LINCEÑO.


Por Sócrates Araníbar Luna

Garcilazo fue su cuna
de la quinta al callejón,
su décima es cual ninguna
y es de Lince y Lobatòn

Don David Alarco Hinostroza, escritor, poeta y decimista linceño de fama internacional, conocido en el ambiente intelectual Latinoamericano como “El Repentista Inca”, está considerado como el cultor peruano de la espinela más destacado del siglo.

Improvisador de fuste, dotado de un léxico elegante y culto, adversario temible en la controversia improvisada, ha sido protagonista de encuentros de altísimo nivel con decimistas famosos de México y Cuba, saliendo siempre airoso y dejando bien en alto el nombre del Perú y de Lince. Estas controversias pueden hallarse en You Tube con sólo escribir su nombre y dar el mágico click.

David es de Lince y su sueño fue arrullado en el barrio de Garcilazo de la Vega, en cuyas veredas han dado sus primeros pasos personajes famosos como Doña Lucila Campos  y Pedro Pablo "Perico" León. Don David es Director de "El taller de la Kontroversia", grupo dedicado a la enseñanza y difusión de la décima improvisada en el Perú y el extranjero. Sin desmerecer la calidad de  grandes decimistas en el ámbito artístico, David Alarco y César Huapaya, a nuestro entender, son los máximos exponentes de la dècima en el Perù .

Don David nos ha enviado esta décima, "Barrunto", una composición que nos hace hinchar el pecho de orgullo por Lince, cuna de grandes personalidades del arte, la cultura y las ciencias. ¡Palmas para don David!

Barrunto

Soy de aquel barrio de Lima
lleno de encantos y mitos;
leyendas, quehaceres, ritos
y de un proverbio que rima.
Soy del distrito; tarima
de mi infantil devoción,
soy casona y callejón,
casa, canchita y acera;
soy barrunto, soy quimera

de mi Lince y Lobatón.

EL DUO LOS COMPADRES EN UNA PARADITA DE LINCE ( Parte 1).

Por Manuel Araníbar Luna

Sorpresa: una orquesta de dos músicos.

Desde niños, cuando escuchábamos a Los Compadres, pensábamos que era un grupo, un conjunto completo con guitarras, flauta, toda la percusión de los cueros y la clave (los clásicos palitos que dan el ritmo 1-2-3, 1-2). Pero nos quedamos absortos la primera primera vez que los vimos actuando en vivo en el Festival de Agua Dulce. ¡Eran sólo un dúo y nadie más! ¡Pero cómo sonaba eso, chico! Esos dos hacían todo: guitarras, la clave humana, la flauta humana, el bongó, la tumba y el quinto, golpeando todas las partes de la guitarra.

Estuvieron alojados una larga temporada en Lince. Concretamente en el Hotel Majestic de la cuadra 15 de la Avenida Arequipa, esquina con Segura. De cuando en cuando degustaban los anticuchos y pancitas de la tía de la esquina de Gálvez con Manuel Castañeda,  los jugos surtidos de la Bruja Sotil antes de que su negocio se convierta en cantina, el escabeche de Cañete y el pisco sour del bar del hotel linceño donde se hospedaban.

En sus momentos libres paseaban por las calles de Lince y a veces se sentaban a descansar bajo los árboles del Parque Castilla. Solían detenerse a observar las paraditas, especialmente la de Lazo, Manuel Segura y Carlos Arrieta. Se quedaban maravillados al ver la  gran variedad de viandas y postres de la comida peruana.

Este caballo que tú ves aquí…
Cierto día del año 69, bajo el candente sol del medio día nos disponíamos a ir, toalla en mano, a la playa de Agua Dulce, pero previamente quisimos refrescarnos con una chicha morada. Y dimos un respingo cuando vimos a los hermanos Hierrezuelo, ambos de impecable guayabera, que observaban curiosos la chicha morada con hielo de la famosa tía que al amanecer vendía emoliente y al medio día lo hacía con maracuyá y chicha morada. Ambos pensaban que en el inmenso frasco de vidrio había vino tinto; así se lo hicieron saber a la caserita.

-          - No es vino, caserito - le dijo la tia que no sabía quiénes eran ellos - es chicha morada.

Mi hermano y yo nos codeábamos, para ver quién se animaba a preguntarle sobre la leyenda que corría en todo Lima en cuanto su lazo de parentesco. Por fin cogí valor y me lancé al ruedo.

-          - Dicen en todo Lima y Callao que ustedes son padre e hijo – les pregunté curioso luego de presentarme.

-          - Tú tá delirando, chico – nos dijo Lorenzo el mayor riendo –, ¿acaso pareco que tengo cien año’?; ete caballo que tú ve’ aquí sólo e’ menor que yo pol cinco año’.

-          - Sí, pero ¿cuál es su grado de parentesco –insistí -. ¿Qué son?

-       -    ¿Que qué es el son? – nos tomó el pelo haciendo un juego de palabras – E’ la música cubana pol excelencia. De mi tierra, de El Caney.

-          - No - se desesperó mi hermano -. Queremos saber si son familia.

-          - Pue’ claro, chico! – dijo Lorenzo jalando de la manga de la guayabera a Reynaldo-. ete caballo es el helmano mío, el menol. Depué’ de él viene la otra helmana mía, Caridá que también ‘e cantante.

Y la conversación se puso entretenida. Mientras saboreaban la chicha (Reynaldo repitió tres veces), Lorenzo nos decía que le gustaba la música afroperuana, casi todas las comidas, especialmente el cebiche, que allá en su tierra le llamaban “picante de pescado”, el cau cau y el lomo saltado, el clima de verano, pero no se acostumbraban al húmedo invierno limeño.

-          - El invierno de acá nos daña la voz y nos tupe las narices - nos dijo Reynaldo que era poco de hablar pero mucho de mirar a las muchachas que pasaban.

Luego añadió que tampoco les gustaba el ron peruano pero sí ‘la bebida de sabor nacional’; que en Cuba ya no había ambulantes, al menos no como en las paraditas de acá; que antes de la revolución los ambulantes pregonaban su mercadería cantando sones, guarachas y congas; que la electricidad, el agua, la instrucción, los útiles escolares y la salud eran gratuitos… y muchas cosas más…

Primo y Segundo...

Pero no nos dijeron nada de la existencia de Compay Segundo, de quien hasta ese entonces no sabíamos nada porque en las fundas de los discos de carbón y de vinilo no había información al respecto. Y es que desde que se escucharon los primeros sones de este conjunto tales como Sarandonga, la gente de la Lima chismosa comentaba que eran padre e hijo, sobrino y tío, compadres espirituales y que patatín patatán. Mucho después nos enteramos de otros detalles:

“Muchísimos años antes de formar el dúo, en la década de los treinta, Lorenzo y Francisco habían sido integrantes del cuarteto “Hatuey”. Después Hierrezuelo y Repilado acompañarían a la cantante María Teresa Vera. Una noche de 1949 la destacada cantante por repentina enfermedad no asistió a una actuación. Ambos tuvieron que improvisar. Fue así que nació el dúo.  ¿Y el porqué de Compay Primo y Compay Segundo? Allá en Cuba se les llama así: Primera voz: “Primo”; segunda voz, “Segundo”. En el tema Sarandonga se escucha una estrofa que dice:

…Y después dice la gente
Primo come boberías…


Pero a mediados de los la década de los cincuenta, en pleno auge del dúo, surgieron desavenencias. Lorenzo sacó a Compay Segundo e hizo ingresar a su hermano Reynaldo. Este tenía un pasado glorioso, pues con el nombre artístico de Rey Caney había grabado con la Sonora Matancera unos cuantos temas, el más famoso de los cuales es “Usted no me conoce a mí”.



Y Los Compadres, embajadores del son cubano por el mundo entero, se despidieron animándonos a visitar Cuba. “No crean toda la bobería que se habla de mi Cubita Linda”, fueron las últimas frases que nos dieron. Y se nos quedó en la memoria la voz aguda de Lorenzo y  la voz bronca y profunda de Reynaldo en aquel inolvidable encuentro con ellos en Lince (CONTINUARÁ).