Se
venía el aniversario de El Portal Celeste. Y Beto, el director, decidió
organizar un partido de fulbito entre
hinchas y redactores. Y entonces de Ernesto salió la idea:
- alquilemos una
canchita de pasto artificial en el Melitón Carbajal.
¿Qué
dijo?
Me
pellizqué las orejas. Dijo bien. De la conferencia por la presentación de Ahmed
en la Florida tomamos de frente por Alcázar, Tacna, Wilson, Gálvez, Iquitos y llegamos.
¿Sabes
cuánto tiempo había pasado desde la última vez que pisé este legendario colegio
de mi adolescencia? ¡Uf, qué te digo! Fue el año 64, nos mudamos al Callao y ese
año pasé mi última temporada en el colegio. Eran ocho viajes de tranvía
diarios. Luego me alejé del todo dejando un baúl de recuerdos de mi barrio y mi
colegiazo.
De
niño lo veía inmenso con sus paredes de ladrillo rojo que combinaban con el
color merengue. Todas las grandes unidades tenían el mismo color de fachada,
rejas y una que otro cambio.
Entramos
por la cancha. Mejor dicho "las canchas", porque eran varias canchas de pasto artificial. Primera de las muchas sorpresas de ese día. Ya no estaba el
inmenso portón verde de pino Oregón apolillado cuyos goznes rechinaban como catre de
recién casados. Ahora todo era moderno, puerta de reja metálica bien pintadita,
guardián uniformado y servicial. En la cancha ya no está la llama ni su
descendencia. Además hubiera muerto de intoxicación por comer pasto artificial.
Por supuesto, tampoco estaba el antiguo portero que rezongaba contra todo
estudiante palomilloso que pasaba por ahí. Y claro, los culpables éramos casi todos:
molestábamos a la llama, ensuciábamos sus cordeles, los pelotazos golpeteaban
sus ventanas, nos escapábamos a la calle por la tapia que daba detrás de la
piscina hacia el jardín de la unidad vecinal que colindaba con San Eugenio, y
de la misma forma ingresábamos por ahí
cuando llegábamos tarde. La única forma de calmarlo, al menos por un rato era regalarle cigarrillos Country para que se haga el loco. Pero el guardián no fumaba, los revendía a una peseta, o sea veinte cobres, lo cual era un robo escandaloso para un escolar que vivía de sus propinas.
Los festivales
dominicales
Pero
sus peores pesadillas las vivía los domingos con los festivales deportivos. El
sufrido portero debía tener cuidado con los visitantes: llegaban gentes
con espíritu deportivo, pero junto a ellos se infiltraba gente de mal vivir:
orinaban sobre las paredes, defecaban en cualquier rincón, rompían botellas, se
robaban la ropa del cordel, y no faltaban parejas furtivas que se quedaban en
las esquinas oscuritas.
Y
a su mujer, mucho más renegona, había
que comprarle sus intragables gaseosas rojas o anaranjadas, tibias y con chapas
oxidadas de marcas desconocidas. ¿De dónde las traería? Después,
empezó a vender marcianos, diz que de frutas. Eso no se lo creía ni un bebé de
tres años. Los de chicha morada ni eran de chicha ni eran morados. Y de los otros
sabores ni hablar, los de leche, por ejemplo, tenía un sabor a yeso mezclado
con talco de carnavales.
La piscina.
La
piscina antes estaba al aire libre. Las clases de Educación Física con los profesores Gómez Sánchez y Vallejo (otrora campeón de atletismo a nivel nacional) la hacíamos en
piscina en los meses de abril y mayo. En abril no había problema porque
el calorcito aún entibiaba las veredas. Pero en mayo, ¡uy curuju! El frío ya
picaba. Aun así el agua era temperada. Ahora está techada con vidrios templados
en todo el contorno y vestidores
modernos. Una maravilla.
Pregunta: Nos informaron que el famoso Camarón, trabajador muy querido por los alumnos de varias generaciones, estuvo delicado de salud. Hagamos votos por su restablecimiento.
Pregunta: Nos informaron que el famoso Camarón, trabajador muy querido por los alumnos de varias generaciones, estuvo delicado de salud. Hagamos votos por su restablecimiento.
CONTINUARÁ…
QUE RECUERDOS EN ESTA CRONICA.
ResponderEliminarPARA BAÑARSE EN LA PISCINA EN LOS MESES DE VERANO HABIA QUE TENER CARNET QUE NOS LO PASABAMOS POR LA TAPIA DE LA PUERTA LATERAL. A VECES NOS ZAMPABAMOS A LA PISCINA DEL MISMO MODO EN QUE LO RELATA ARANIBAR
EN LOS CAMPEONATOS RELAMPAGOS DE LOS DOMINGOS CORRIA EL TRAGO QUE DABA MIEDO. SE AGARRABAN A PATADONES LOS CUADROS MAS BRAVOS DE LINCE. FAMOSOS ERAN LOS DUELOS CONTRA EQUIPOS VICTORIANOS COMO EL EVERTON.
EliminarSeñor Araníbar, supongo que usted debe ser de la promo 68 o 69. Debe usted mencionar al personaje más indeseable del colegio, el jefe de Normas Educativas a quien le pusieron la chapa de Cachalote. Era racista, abusivo y coimero...
ResponderEliminarLo que mas recuerdo del Meliton carbajal eran los Srs. ambulantes que vendian helados de marsmellows y sorteos de golosinas en las puertas cercanas a la Avenida Canada. Lindos recuerdos de esos tiempos de estudiante. Y porsupuesto, La Piscina Olimpica con los saltos de de mas de Dies Metros de altura a vecez caias como papa y otras veces de Clavado mismo los Clavados de Mexico, Acapulco. Saludos Srs. Profesores y Sras. Profesoras. :)
ResponderEliminarManuel, tus recuerdos su vuelven en grandes historias, felicitaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marco. Ya vienen más crónicas carvajalinas
EliminarLa tradición carvajalina es parte inherente de nuestra existencia y alimenta al "caballero carvajalino" que vive dentro de cada uno de nosotros. Gran crónica.
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