Por Manuel Araníbar Luna
“La calidad no es casualidad”
(Luis Delgado Aparicio)
Ya
lo hemos dicho, Lince es un distrito pequeño pero con grandes personajes. Roberto
Mosquera Vera, es otra figura descollante de la galería de personajes famosos
que han vivido en Lince. Digno heredero de una estirpe de exquisitos futbolistas, vio la primera luz en Colombia
durante los años en que su padre don Alfredo Mosquera —todo un crack— mostrara
su clase en Millonarios de Bogotá al lado de Alfredo Di Stefano y otros grandes del futbol latinoamericano. En
sus primeros años estudió en el Colegio Las
Américas de la avenida Militar, frente al cine Independencia. Ya casado,
vivió en San Eugenio al lado del cine Alhambra. Más linceño no podía ser.
Dice
el dicho que quien lo hereda no lo hurta. Su padre, don Alfredo, y sus tíos Nemesio
y Máximo ‘Vides’ Mosquera han sido cracks, y de los buenos. Desde pequeño
Roberto integró las divisiones
inferiores del Sporting Cristal, llamando la atención de entrenadores por sus travesuras
con la pelota y endiablados toques en
pared al lado de Julio César
Uribe. En base a su calidad ambos fueron rápidamente promovidos al primer
equipo con el cual obtuvieron el bicampeonato de los torneos descentralizados
79 y 80. Asimismo Roberto fue convocado
a la selección del Mundial de Argentina 78, luego obtuvo contratos en clubes de
Argentina y Colombia.
Ninguneado por los
grandes...
Esta
semana Mosquera volvió a ser noticia, y de las buenas. Y entre las buenas,
excelente. Ha obtenido el campeonato descentralizado de este año como Director
Técnico del Binacional, un modesto
equipo de Juliaca, el cual desde su ascenso a la primera división fue ninguneado
por los equipos grandes del balompié peruano. Mosquera conoce de esos ninguneos
porque ha sido víctima de calumnias y ataques de periodistas mermeleros, de asquerosos
insultos de hinchas fanáticos, sin mencionar los típicos ataques racistas. Y
todo por no llevarles el amén a dirigentes
mañosos, de esos expertos en planillas dobles, contratos tramposos e increíbles
perromuertos que abundan en el medio
deportivo local.
Por
la formación de sus padres, Roberto –sabiendo que la carrera de futbolista es
efímera— no dejó de estudiar hasta seguir estudios superiores y titularse como profesional.
No obstante, su pasión por el futbol pudo más. Y siguió preparándose para siempre
escalando un peldaño siempre más arriba.
“¿Y este zambito para
qué estudia tanto?”
En
los inicios de su carrera de Director Técnico tuvo los inevitables tropiezos, dirigiendo
equipos
de primera y segunda división, algunos de ellos tan desorganizados como los
precarios equipos de barrio. “Las caídas y
escollos del camino sirven para corregir y enmendar rumbos”, declaró. Jamás
desistió, siguió preparándose, estudiando, actualizándose. Hasta que empezaron
a llegar las distinciones: mejor entrenador peruano en el 2011. Campeón del
Descentralizado y nuevamente mejor entrenador con el Sporting Cristal en 2012.
Subcampeón con el Aurich y otra vez elegido
como entrenador del año en el 2014. En Bolivia, dirigiendo al Wilstermann un
equipo de bajo presupuesto, goleó en la Libertadores a equipos grandes de
América como el Peñarol, al Palmeiras y al Atlético Tucumán, luego al Atlético
Mineiro. Luego continuarían los éxitos con el Royal Pari, un equipo al que sacó
de los últimos lugares de la tabla para pelear el campeonato. Nada es casual,
todo se debe al estudio y a la permanente actualización. Sin embargo, esto
también causa escozores. Mosquera nos lo cuenta:
—Muchos decían: “Ese
zambito que se pone terno y habla como blanco, ¿por qué estudia tanto?”.
Y
es que en esta Lima hipócritamente racista aún hay gentes -y no pocas- que
pregonan a los cuatro vientos su rotundo no a la discriminación, sin embargo, en cuanto aparece un caballero de tez oscura
llamado Roberto Mosquera, muy bien vestido, de buen verbo y mejor trato, y que
además estudia y triunfa en el Perú y el extranjero, de inmediato lo motejan de
“igualado”.
Hoy
Mosquera termina el año consagrándose como campeón nuevamente con el Deportivo
Binacional. Por desgracia, en este país donde hay tanta hipocresía, a algunos
Felipillos sobones de todo lo que venga de afuera les sigue doliendo que un
peruano estudioso haya tumbado a los equipos llamados grandes.
Los
ataques continuarán. Mientras tanto, a Mosquera las distinciones y galardones le
seguirán llegando.
Señor de señores Don Roberto Mosquera , gran tipo y cuando futbolista , fue mundialista en Argentina 78 ,aunque jugó me parece sólo medio tiempo , como DT fue subiendo de a pocosy ganando experiencia aunque muchos detractores llevados por el hinchaje , traten de desmerecerlo y es risible , lo he escuchado en la tribuna , por su buen vestir y lenguaje fluido ( parecece que prefieren un moreno en sandalias ) tanto así , que sorprendió a los periodistas de un canal argentino por su coherencia , es el DT Campeón del año , no lo desmerezcan , como he leido en un comentario anterior
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