martes, 1 de enero de 2019

RECUERDOS DE MI QUERIDO COLEGIO BRENNER.


Por Manuel Araníbar Luna
Foto: cortesía Julio Huamán
El colegio Francisco Fabio Brenner, nuestra alma mater de Lince y Lobatón, estaba ubicado en la cuadra 17 de la avenida Militar, frente al pasaje Esther,  el rincón nocturno de los enamorados de aquellos tiempos. En la esquina de la izquierda se ubicaba la fábrica Boston, y en la esquina de la derecha, frente a la Plaza Pedro Ruiz Gallo, la antigua botica Candamo . En las mañanas llevaba el número 458 y por las tardes era el 389 (años después se le cambiaría el número por el 1056).

Hoy nuestro querido colegio 458 ya no existe. Un edificio moderno (una fábrica de zapatos) se yergue sobre lo que fue un templo de enseñanza donde los profesores eran verdaderos apóstoles de la docencia (y de la decencia).
La máquina del tiempo...
Esta imagen nos transportó a nuestra feliz niñez como en una  máquina del tiempo, sesenta años atrás. Fue  tomada en el año 1954 en el patio de la escuela, a espaldas de la puerta de salida del colegio.  Por aquellos años, y hasta su demolición, los techos de sus oficinas y aulas  eran de tablas y vigas de madera cubiertas por tortas de barro y paja con una teatina al centro para el paso de la luz, como se estilaba en la Lima de finales del siglo XIX y y principios del XX. La puerta de la izquierda y la del centro eran los ingresos a los servicios higiénicos. El oscuro pasaje de la derecha daba a la puerta principal. Aunque no se ve en la foto, a un lado estaba la escandalosa campana, reemplazada años después por un timbre eléctrico no menos estridente, cuyo aviso al medio día desataba los aullidos de alegría de los escolares. 
La plana docente...
Al centro el Dr. Mori, director del colegio, quien años más tarde sería reemplazado por el profesor Vivas Vidal. Entre la plana docente distinguimos al profesor Manuel La Fuente, un tarapaqueño que jamás olvidó su tierra natal; la señorita Isela Terjeda de Wubster, la profesora Garro, el profesor León. Nos parece distinguir asimismo al profesor Napoleón Ortiz, quien luego ejercería el cargo de director y años después instalaría su bufete de abogado en el Jirón Lampa. No recordamos el apellido de los otros maestros, pero estamos seguros que en esta tribuna linceña no faltará un lector que los recuerde.
Párrafo aparte merece la generosa colaboración de Julio César Huamán, uno de los más conocedores del tango y la milonga en Lima, quien gentilmente nos ha ofrecido más imágenes de su archivo personal.

9 comentarios:

  1. Amigos de lince y lobaton, yo soy de la promocion 84, osea 30 años despues. no tuve la dicha de conocer a ninguno de los mencionado pero me llena de alegria que aun hay fotos de mi querido colegio,. algun dia tendre las fotos de mi infancia de colegial. para esa epoca el colegio ya teniael numero 1056 pero el local era el mismo. nunca me olvido del profesor arana y otros. ahora que vivo en mejico no me olvido de mi colegio, que sera de ellos me pregunto siempre. sigan publicando estos recuerdos que me hacen derramar lagrima de nostalgia

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  2. Julio César Huamán2 de enero de 2019, 17:34

    JulioCesar Huaman: El primero de la izqda parado es La Fuente, detras de la Prof. Isela es Leon , detras de la Profe Garro estan el Profe Aparicio, y a su costado el Profe Vento, al costado el Prof Galvez; al costado de Garro la Profe Juanita, a su costado la La profe Marlene, al costado de Leon lado derecho Prof, Obregon Educ. fisica, al costado de Profe Garibaldi es el Profe. Carlos, la que esta sentada al lado derecho de Isela es Cristina la seladora, la que que tocaba la campana y nos hacia tomar desayuno con bacalao , te acuerdas, el portero que no esta era Sr Samuel, y el profe de Instruccion Premilitar era el Tnte del E.P. Illescas

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  3. Yo estudie entre los años 66 y 70 y de ahi pase al Meliton Carvajal
    Estuve en el turno de tarde y tuve una profesora entre 1 y 3ro muy simpática y amable vivía en Urb sn Eugenio y tuve profesores en 4to y en 5to un profe un poco relajado creo que se apellida Alvarez ?
    Pade los mejores años de mi vida vivía vivía 200 mts del cole y después a 900 mtz y nos transportabamos con la línea 17
    Muy buenos profesores que se van a comparar con estos fantoche de la Fenatep y Del sutep
    Los valores y conocimientos adquiridos buenos y el.deporte también

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    1. Recuerdas a la profesora Eva María Rojas de castro?

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  4. Mi padre Octavio Armando Quevedo (+) estudio allá por los años 20 tantos

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  5. Mi padre estudio alli, hasta 1954, recuerdo haber visto una foto de toda la clase, el profesor era el primero a la izq.

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  6. Buenos días me llamó A.L.B. estudié en los años 1971 a 1973, mi profesora Esperanza Santos de Palacios (QEPD), también me enseñó los profesores Delgado e Igarza, fue una hermosa época de mi vida, obtuve dos diplomas por mi aprovechamiento, me da mucha nostalgia porque ya no existe el colegio.

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  7. Hermosos tiempos de la niñez, recuerdo aún a mi profesora Eva María Uribe Rojas de Castro. Lindos recuerdos

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  8. Estimado Manuel, soy hijo de Nicomedes y desde hace años me dedico al mantenimiento de su web.
    Gracias a la información de su blog he podido contrastar algunos datos y encontrar un texto de Nicomedes en el que habla de su etapa escolar en el C.E 458. Le copio parte del texto que pueden encontrar en nuestra web así como descargar el artículo original en pdf aparecido en 1972:

    https://www.nicomedessantacruz.com/peru-1925-1960

    "Ya va para medio siglo (1972) que un 1º de abril, como hoy, hicimos nuestro lloroso debut como 'parvulichanos': Pizarra de piedra con su motita prendida de un cordel como borrador y el grisáceo lápiz de pizarra, forradito en papel de colores. Mandil de tocuyo a cuadritos, en damero, morado y blanco para los niños, rojo y blanco para las chicas. El salón, cuyo techo nos parecía más alto que la catedral; la 'Señorita', con su inmenso pupitre, el pizarrón con los palotes y nuestro runruneo moscardónico capaz de agotar la santa paciencia de la 'Señorita'.

    Por ser parvulichanos estudiábamos sólo en las mañanas. Y en esas tres horas nos concedían dos recreos de diez minutos, anunciados e interrumpidos por la clásica campana. Los recreos nuestros no coincidían con los de los grandotes de 3º, 4º y 5º, que incluso ya tenían profesores. Así la señorita salía al recreo con nosotros para enseñarnos juegos propios de esa primera infancia: rondas, juegos de prendas y algo de gimnasia.

    Antes de finalizar el primer semestre, ya dominábamos la diaria rutina escolar: Salir de casa con las orejas lavadas y uñas limpias, jugar algo en la puerta del colegio esperando el toque de la campana, ingresar al 'pampón' formando cada sección en columna de a tres, con los más altos delante, ingreso a su respectiva aula y de pie al lado de la carpeta, entonar una canción escolar, a todo pulmón:

    Desde que vi la luz, mi pecho anida
    Dos amores: Mi Patria y mi Bandera.
    Por mi patria, el Perú, yo doy la vida;
    Por mi bandera, el alma, el alma entera..."

    Saludos y enhorabuena por su blog

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