jueves, 16 de mayo de 2019

DAVID ALARCO HINOSTROZA, EXTRAORDINARIO DECIMISTA LINCEÑO

Por: Manuel Araníbar Luna
Cierta tarde, escarbando el nombre “Lince”  en las redes sociales, nos topamos con una ingeniosa décima:
Recuerdo el largo salón
de la casa de mi abuela,
recuerdo el parque, la escuela,
las penas del callejón.
Recuerdo que en Lobatón -
Lince formé una gavilla,
recuerdo la palomilla
juventud que hoy va gastada; 
¡Niñez, mi niñez pasada,
se me fue tu maravilla!

Saltamos hasta el techo, porque la décima nostálgica nos remontaba casi a las mismas andadas que añoraba el extraordinario decimista. Pero, además, el respingo fue doble debido a que mencionaba a Lince y Lobatón. Nos orgullecimos de saber que nuestra 'Galería Virtual de Linceños' se va de enriquecer con el nombre de otro personaje famoso por sus décimas.

El firmante era  don David Alarco Hinostroza, decimista reconocido internacionalmente como El Repentista Inca, a quien podemos verlo improvisando -y saliendo airoso, por supuesto- en el Youtube, con prestigiosos decimistas extranjeros.  Don David es además director del grupo Taller de la Kontroversia, círculo dedicado a la difusión de las décimas improvisadas en el Perú y en el extranjero.

Sócrates le envió una décima, cerrándola con el mismo doble pie forzado:

En Lince y en Lobatón
mi infancia mataperreé,
en el riel chapas chanqué,
de Lazo soy corazón,
Y sé que en algún rincón
aún se encuentra escondida
por las líneas de un  tranvia
en mi mente reposada.
niñez...  mi niñez pasada,
se me fuè tu maravilla. 

Y añadió unas líneas más, invitándolo a leer nuestro blog. Rápidamente, como es característico  entre los favorecidos con el repentismo, respondió David:
Amigo Aranibar Luna
en "Un sólo corazón"
abrí a "Lince y Lobatón"
desde mi virtual tribuna.
Quien no tuvo la fortuna
de este barrio conocer,
nunca podrá comprender
lo que es amor a un distrito;
a la calle, al parque, al mito
de los fantasmas de ayer.

Agradecidos  por tan caballeroso detalle,  le invitamos a participar en nuestra página linceña. Pero, al igual que cuando  aparece un sonero hay que cantarle un son, a un decimista hay que invitarlo con espinelas. Aquí la invitación, modesta pero sincera:

Lindo Lince y Lobatón
Aquí jugué entre tus calles
Y todos esos detalles
Son de mi mente un rincón.
Hoy con profunda emoción
Al mundo do entero le grito
Que un decimista exquisito
De inspiración prodigiosa,
David Alarco Hinostroza
Es hijo de este distrito.

“Para el amigo sincero
que me dé su franca mano”,
dijo Martí, el gran cubano,
en verso limpio y certero.
Estas decimas, espero
sirvan como invitación
para que, en su inspiración,
su niñez vuelva a traer,
Y se lo va a agradecer
nuestro Lince y Lobatón.

Lógicamente, puesto que es un caballero como los de antes, don David Alarco nos ha respondido el mensaje y, como se espera de un  repentista, remató con un par de espinelas:

Cuando de niño subí
al techo de Lobatón
de pronto observé el telón
selenita en frenesí.
No se lo que descubrí
en esa noche moruna,
y recién hoy...por fortuna
descubro en el pentagrama;
que era un poeta y se llama
Manuel Araníbar Luna.


Yo recuerdo que Martí
elaboró una quimera
"Quiero el día que me muera
la bandera sobre mí"
Canto el “Indio Naborí"
la espinela cual ninguna,
y en Lince (flor de la cuna
e inspiración decimera);
la canta en forma sincera
Manuel Araníbar Luna.

Hermano vecino de Lince, ahora ya lo sabes: en este rincón escribió un linceño internacionalmente famoso.  Sabemos que las décimas seguirán llegando de la pluma de don David Alarco, pero además intuímos que irán apareciendo linceños cultores de la espinela y contribuirán con sus inspiraciones en este blog.
¡Salud, don David Alarco Hinostroza, por esta sucursal del cielo llamada Lince y Lobatón!



sábado, 11 de mayo de 2019

LA ESCUELITA, LAS PICHANGAS Y LOS CARNAVALES (1)

Por Ricardo Loo Zevallos 

Las tiendas de mi barrio...

Más que vecino e hincha, soy nativo total nacido en Francisco Lazo cuadra 15. A vuelo de pájaro les contaré los recuerdos más notorios de mi primera infancia, las tiendas de don Miguel Robles, Chin Chin, Octavio y Pajarito. Los primeros cuadernos los compraba en la librería El Niño, el pan en la panadería True; hilos y lana eran comprados en el bazar de don Juan Ytame, y el primer colegio donde estudié lo que en esa época llamaban transición estaba ubicado a mitad de cuadra de la cuadra 14 de Petit Thouars, casi al frente de la panadería Levaggi. Acá debo manifestar que iba solo, bien independiente (bueno, tengo que reventarme cuetes). 

Peloteros pisteros... 

Ya referí mis primeros años. En adelante se asomaba la socialización con los demás niños del barrio, los primeros partidos en la pista. El partido se detenía para que pase el verde ómnibus de la línea 26, situación que era aprovechada por los picones de siempre, para anular o impedir un gol. Era la época del primer colegio donde, dependiendo de la preferencia de tus padres, te matriculaban ya sea en el Brenner o la más emblemática la 14 o 420 .y bueno esto es motivo para seguir la historia la que narraré según los caprichos de mí frágil memoria. 

Anécdota Carnavalesca... 

-¡Hugo, Hugo que sigue! 

Eran los gritos de Ángel Paulet o “Negra Bonita” quien, mientras cantaba ante los vecinos del barrio por las celebraciones carnavalescas, olvidó la canción que interpretaba, pero él mismo era: como subió bajó recontra fresco. Esto sucedió en la cuadra 6 de Althaus, calle que era cerrada para colocar un estrado por el señor Donayre a quien decíamos “el muñequero”. Había concurso de canto y se remataba con baile general. Lo que cuento debe haber sucedido más o menos por el 58 o algo así . Era la época del Ño Carnavalón y nadie como Angelito Paulet para caracterizar a la viuda con el fin conseguir unas monedas en las tiendas de Santa Beatriz donde entrábamos a chonguear y de ahí a comprar vino de chacra Santa Elena en el depósito de la esquina de Herrera y Gálvez ¿La ubican? Son recuerdos imborrables.